El 3 de febrero de 1959 ocurrió la primera gran tragedia de la generación genuina del rock’n’roll. Tras actuar en Clear Lake (Iowa), Buddy Holly, muy cansado por la gira Winter Dance Party, decidió alquilar una avioneta ya que la calefacción del autobús se había roto y hacía mucho frío ese día, unos 30º bajo cero.