Los hermanos Farrelly, naturales de Providence (Rhode Island), suelen situar sus comedias extremas, repletas de chistes de mal gusto y personajes excéntricos, en esta ciudad del este de b y sus alrededores. Dos tontos muy tontos (1994), su debut como directores y uno de sus mayores éxitos, empieza justamente con los dos protagonistas algo alelados del título en Providence, desde donde inician un viaje que los llevara hasta Aspen, Colorado. El filme de los Farrelly está rodado casi en su totalidad entre Providence, Colorado y Utah, y el Aspen que aparece es, en realidad, Breckenbridge, Colorado, un pueblo de montaña muy popular en la temporada de esquí pero menos exclusivo que Aspen. El lujoso complejo turístico en el que se alojan es el Copper Mountain Resort de Breckenbridge, donde tiene lugar la famosa escena en la que Harry (Jeff Daniels) lame una farola a la que se queda pegado.
En el largometraje aparece también un exclusivo hotel, el Danbury, que es en realidad el Stanley Hotel, situado en las faldas de las Montañas Rocosas, en Estes Park. Este histórico hotel, abierto en 1909, sirvió de inspiración a Stephen King para escribir, en 1977, la novela El resplandor, que más tarde Stanley Kubrick adaptaría al cine