El Convoy de Peckinpah pasó por Alamogordo

Desde Las Vegas, la de Nuevo Mexico, es sencillo volver a la I-40, la moderna carretera que discurre paralela a la vieja Ruta 66. Cerca de la frontera entre Nuevo Mexico y Texas se encuentra Tucumcari, una pequeña población que alberga uno de los establecimientos más emblemáticos de la Ruta, el Blue Swallow Motel. Este motel, fundado en 1939, es uno de los históricos de la Ruta y también uno de los que mejor combina las comodidades actuales con el sabor auténtico de los antiguos viajes de carretera. La enorme golondrina de neón azul bien visible por las noches no solo es su seña de identidad, sino el método definitivo para que ningún conductor pueda pasar de largo.
Un desvío hacia el sur permite al viajero visitar Alamogordo, que tiene dos atractivos principales. Uno es natural: las White Sands National Monument, un impresionante océano de dunas blancas que cubren una extensión de ochocientos kilómetros cuadrados y que aparece en un momento de Convoy (1978), la road movie de camioneros dirigida por Sam Peckinpah. El otro ha sido construido por el ser humano: el International Space Hall of Fame, un curioso museo dedicado a la carrera espacial en el que se pueden encontrar réplicas a tamaño real del Sputnik. 
Alamogordo aún esconde otra curiosidad: el pistacho más grande del mundo. O, lo que es lo mismo, una escultura de un pistacho gigante que sirve para atraer clientes al McGinn’s Pistachio Tree Ranch, donde se pueden adquirir no solo pistachos, sino también vinos y productos locales.