La vida continúa. Pero queremos rendir un homenaje a Ramiro seleccionando para hoy una historia de las que más le gustarían. Porque tiene motos, su mitificada Ruta 66 y una buena dosis de la música que le “ponía”, con la canción que dicen bautizó el heavy metal.
Era verano en 1969 en los Estados Unidos y la guerra de Vietnam, el activismo hippie, la disputa de la carrera espacial y un Hollywood en plena decadencia convivían malamente. El cine estadounidense necesitaba reinventarse y volvió la vista hacia Europa, especialmente a Francia e Italia.
Y llegó Easy Rider, dirigida por Dennis Hopper y protagonizada por él mismo, Peter Fonda, Jack Nicholson y Karen Black. El guion, con mucha parte improvisada, fue escrito entre el director, Fonda y Terry Southern, guionista que había trabajado para Stanley Kubrick en Telefono Rojo: ¿Volamos hacia Moscú? (1964).
La película se inspiró en la producción italiana La escapada (Il Sorpasso, 1962), una road movie co-escrita y dirigida por Dino Risi y protagonizada por Vittorio Gassman y Jean-Louis Trintignant, dos tipos que cruzaban Italia en un descapotable.
Easy Rider se estrenó en julio de 1969 en Nueva York, tras un gran debut en Cannes, y fue considerada casi de inmediato una obra maestra contra-cultural y pionera de las producciones independientes USA.
Fue —y ahí queríamos llegar— una de las primeras en utilizar temas musicales ya publicados, en lugar de una partitura especialmente escrita. La banda sonora es un auténtico lujo, con temas rockeros de The Byrds, The Band o Jimi Hendrix, que cedieron los derechos de sus canciones para la película. Y se recuerda especialmente el tema Born to be Wild de Steppenwolf, en cuya letra se menciona por primera vez la expresión heavy metal —”el estruendo del heavy metal”—.