Palm Springs es lo más parecido a un oasis en mitad del desierto de Sonora. Esta ciudad resort, a 170 kilómetros de Los Angeles, se convirtió a partir de los años 30 en un refugio en el que los actores de Hollywood se podían alejar de la presión de la prensa y la fama. Su clima seco y cálido, incluso en invierno, así como su localización en una llanura rodeada de impresionantes montañas, hacen de Palm Springs un pequeño paraíso en la Tierra, un oasis repleto de palmeras, hermosas mansiones construidas con el estilo arquitectónico mid-century y numerosos complejos hoteleros en los que se alojan parejas de jubilados y familias, además de grupos de universitarios disfrutando de sus vacaciones de primavera.
La ciudad cuenta con grandes reclamos en sus alrededores, que incluyen los cañones de la reserva india de Agua Caliente, el Pico de San Jacinto —al que se accede por un teleférico (Palm Springs Aerial Tramway)— o el cercano Parque Nacional Joshua Tree, muy famoso también gracias al archiconocido álbum de U2 de 1987. Pero el solitario Joshua Tree con el que se fotografió el grupo irlandés no está, como muchos piensan, en el Parque Nacional Joshua Tree, sino próximo a la carretera US 190, ya en el estado de California, en el tramo entre la salida de Death Valley y la I-395. El árbol es algo difícil de encontrar, ya que se desplomó en el año 2000, pero sus restos aún son visibles y el lugar se ha convertido en objetivo de peregrinaje de los fans de U2.
Los amantes de la naturaleza disfrutarán, al igual que lo harán los aficionados a la arquitectura. Desde los años 40 Palm Springs vivió un boom urbanístico que la convirtió en un laboratorio de arquitectura modernista, con barrios enteros de casas construidas siguiendo el estilo mid-century, con grandes cristaleras y espacios diáfanos.