Nacido en la encrucijada del gospel, el country, el jazz y el R&B, el rock ’n’ roll surgió en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Si bien los conservadores y fundamentalistas religiosos de todo tipo hicieron todo lo posible para obligar al genio del rock ‘n’ roll a volver a su botella, no hubo vuelta atrás una vez que la música llegó a los oídos de sus hijos.
Desde las caderas de Elvis Presley hasta la melena hippie y el meneo de cabeza heavy, se ha culpado a la música rock por cada declive social que ha tenido lugar desde la década de 1950.
El problema es que es genial. Es tan genial, de hecho, que los pocos afortunados que ascienden al nivel más alto se ganan el título que es más codiciado que cualquier otro en la cultura popular: estrella de rock.
Las estrellas de rock llenan estadios, ganan millones, llaman la atención de legiones de admiradores y dirigen las tendencias sociales. Su música ha cambiado la sociedad, ha lanzado movimientos de protesta y ha definido eras enteras. Todo lo que comen, beben, visten o hacen es inmediatamente copiado por sus seguidores.
El rock ‘n’ roll se expandió a lo largo de los años y décadas para incluir subgéneros derivados como punk, heavy metal, música alternativa, psicodelia o grunge. Aunque parezca que un abismo separa a Little Richard de los Red Hot Chili Peppers, ambos tienen una cosa en común: son el rock.
Cada quince días publicaremos una serie con momentos icónicos y determinantes de la historia del rock ’n’ roll en orden cronológico, desde hechos precursores que llevaron al nacimiento del rock ’n’ roll como lo conocemos hasta acontecimientos tan relevantes como el asesinato de John Lennon. Aunque, por supuesto, sabemos que nos dejaremos muchos de ellos en el tintero.
Puedes ver el vídeo con el primer baile “oficial” de rock ‘n’ roll en la película ‘Don’t knock the rock (1956) con Bill Halley and His Comets, y otro baile, 19 años antes, en la película de los Hermanos Marx ‘A day at the races’ (1937), y sacar tus propias conclusiones.