La película que ha quedado ligada de forma indeleble a Colorado es un western de 1969 que le valió un Oscar a un crepuscular John Wayne: True Grit (Valor de ley), de Henry Hathaway.
Basada en una novela de Charles Portis, la trama narra un viaje que es en realidad una historia de iniciación, la de la adolescente Mattie Ross, empeñada en capturar al asesino de su padre. Para conseguirlo, pide ayuda a un marshal de EEUU en horas bajas interpretado por John Wayne, quien liderará una expedición que los llevara a un territorio repleto de peligros: forajidos, indios y picaduras de serpiente, entre muchos otros. Con su actitud desencantada, sus réplicas sarcásticas y su parche en el ojo, Rooster Cogburn es una de las creaciones más extraordinarias de Wayne.
Su enfrentamiento final con dos forajidos, a lomos de su caballo y disparando con ambas manos mientras sostiene las riendas entre los dientes, es una de las imágenes más memorables de su extensa filmografía.