La Extraterrestrial Highway es la denominación popular de la carretera 375, una vía de dos carriles que atraviesa un tramo desértico del estado de Nevada y que corre paralela al Área 51. Su proximidad a esta zona reservada y secreta del ejército estadounidense es la causa de que no haya poblaciones ni actividad comercial o industrial a lo largo de sus casi 160 kilómetros de largo. Esto le proporciona una cualidad fantasmagórica y, en ocasiones, algo perturbadora, ya que se puede conducir extensos tramos sin ver ni coches ni persona alguna en los alrededores. Son numerosos los relatos de conductores que, atravesando esta carretera, han afirmado haber visto ovnis, naves espaciales, luces misteriosas en el cielo o extraños hombrecillos.
El recorrido por esta carretera extraterrestre tiene dos paradas obligatorias, como bien saben Graeme y Clive, los dos nerds interpretados por un excelente dúo cómico, Simon Pegg y Nick Frost en la película Paul (Greg Mottola, 2011). En primer lugar, el Black Mailbox y, en segundo, el Little A’Le’Inn. El Black Mailbox es, como indica su nombre, un buzón de correos situado misteriosamente al borde de la carretera y sin ninguna construcción visible en kilómetros a la redonda. Este buzón negro, perteneciente a un granjero de la zona que lo colocó ahí en los años setenta, dio lugar a numerosas teorías, a cual más delirante, entre los “creyentes” en la vida extraterrestre. Muchos de ellos afirmaban que era un modo de comunicación con los alienígenas. Las constantes misivas que allí dejaban los fanáticos de los ovnis obligaron a su dueño a pintarlo de blanco, esperando eliminar así algo del aura misteriosa que lo rodeaba, y a colocar al lado otro pequeño buzón en el que se puede leer “Aliens”, dirigido a aquellos que quieran dejar cartas o mensajes o enviar regalos al espacio exterior.
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