Cuando ver series en Netflix en la tablet era cosa de ciencia ficción lo que se hacía en los 70 era ver lo que “echaban” en la tele en ese momento. Pero a Keith Moon, batería de The Who —apodado Moon the Loon, Moon el Majara—, parece que no le gustaba lo que ponían porque lo que le encantaba era tirar televisores por la ventana como el que tira una colilla. Una vez, cuando se dirigía al aeropuerto tras una gira con el grupo, le insistió al chófer para que volviera al hotel. Se le había olvidado algo muy importante. El conductor se olía algo raro, porque él mismo había sacado todo de la habitación horas antes de hacer el checkout. Pero como el que paga manda, dio media vuelta y volvieron al hotel. Moon subió a su habitación, cogió el televisor y lo lanzó por la ventana para ver cómo caía al fondo de la piscina. Cuando volvió a subirse al coche, dijo aliviado: “Casi se me olvida. Gracias”.
Lo que no imaginaba Keith Moon ni el resto de los componentes de la mítica banda —formada en 1962 con el nombre Detours y que cambió a The Who tras la incorporación de Moon en 1964—, es que la televisión le traería años después de su creación en 1978 uno de sus mayores éxitos mediáticos gracias a una serie de televisión y la utilización de Won’t get fooled again para su cabecera. Estamos hablando de la serie CSI: Crime Scene Investigation, hoy todo un clásico que empezó en 2000.
Keith Moon murió en 1978 —solo tres semanas antes del lanzamiento del álbum Who are you— a los 32 años. La banda lanzó otros dos álbumes antes de separarse en 1983, aunque volvió a reagruparse para participar en el concierto Live Aid (1985) y en la gira Quadrophenia (1996-1997). En 2000 los tres miembros originales supervivientes trabajaron en un nuevo material, pero en 2002 fallecía John Entwistle a los 57 años. Tras retomar el trabajo, unos años después Peter Townshend y Roger Daltrey lanzaron Endless Wire (2006).
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