
Situado entre Arizona y Utah pero perteneciente a la Nación Navajo, Monument Valley es, para todo cinéfilo, una experiencia tan emocionante como difícil de explicar en palabras.
Este “valle de los monumentos” ocupa una amplia extensión de terreno desértico del que sobresalen enormes torres y columnas de roca rojiza, formadas por la erosión continuada del agua y el viento a lo largo de millones de años. Esta es una tierra sagrada, de profunda carga religiosa para el pueblo navajo, quien resta importancia a la influencia que tuvo Hollywood, en general, y un director de origen irlandés, en particular, en la tremenda popularidad de este lugar.
En el mapa que proporcionan de forma gratuita en el centro de visitantes se despacha a John Ford con la siguiente descripción: “Un director de Hollywood que hizo famoso a John Wayne”. Es escueta e incompleta pero, desde luego, se ciñe a la realidad y se adapta a la perfección a un cineasta que se presentaba a sí mismo de forma sucinta: “My name is John Ford. I make westerns”.