El pueblo que sirve como puerta de acceso ideal al impresionante Parque Nacional Big Bend (Texas) es Terlingua. Esta ciudad minera, abandonada tras la II Guerra Mundial, ha renacido gracias al turismo que visita el parque y ahora es una colorida comunidad de aire bohemio situada en mitad del desierto. Los visitantes pueden pasear entre los restos de la antigua ciudad minera, beber y comer algo en el Starlight Theater, un viejo teatro reconvertido en bar y saloon, o alojarse en el histórico Big Bend Holiday Hotel. Terlingua, como Marfa, es un lugar fuera de lo común, un refugio para bohemios, artistas y personas que quieren vivir de un modo diferente.
Desde Terlingua se puede visitar el Big Bend, parada obligada para todo aquel que disfrute de los paisajes que dejan sin aliento y de las actividades al aire libre.