El título de la película Badlands (Terrence Malick, 1973) se refiere a una zona agreste de Montana, repleta de formaciones rocosas erosionadas en extrañas formas por el viento y el agua. Las badlands de Montana son el territorio que los protagonistas, Holly y Kit, tienen que atravesar desde su Dakota del Sur natal hasta llegar a su meta: Canadá. En el filme de Malick no aparece ni Dakota del Sur ni Montana, y mucho menos Canadá: el problemático y precario rodaje tuvo lugar en el verano de 1972 en un área concreta del sureste de Colorado.
Una de las localizaciones que más pueden emocionar a los fans de esta obra de culto es la casa unifamiliar en la que Holly vive con su padre —Warren Oates, un habitual de las películas de Peckinpah que interpreta a G.T.O. en ‘Carretera asfaltada en dos direcciones’—. La casa de Holly aparece en varias ocasiones: al inicio del filme, cuando Kit se fija en la desgarbada adolescente que juega con un bastón de majorette justo delante de su hogar. En otro momento, Martin Sheen cortejará a Sissy Spacek en el porche de esta casa situada en el 505 de Locust Avenue, en Las Animas. La casa se mantiene en perfectas condiciones, prácticamente intacta, aunque está pintada de un color diferente que en la película.