En 1991, el subgénero de las road movies se revitalizó con una película de enorme éxito: Thelma y Louise. El director, Ridley Scott, acertó planteando una revisión en clave femenina de las películas de carretera. A diferencia de las clásicas road movies de los setenta, eminentemente masculinas, Thelma y Louise estaba protagonizada por mujeres. Las protagonistas son dos amigas que, tras cometer un asesinato en legítima defensa, emprenden una huida de la justicia. En el camino irán abandonando sus antiguas vidas y adquiriendo poder, independencia y libertad. La película de Scott se convirtió en un filme extremadamente popular e hizo de sus dos protagonistas, Susan Sarandon y Geena Davis, auténticas estrellas.
La ruta que Thelma y Louise siguen en la película las lleva de Arkansas, desde donde parten para pasar un tranquilo fin de semana que pronto se torcerá, a través de Oklahoma y Nuevo México, para acabar en el épico final que, se supone, tiene lugar en el Gran Cañón, en Arizona. Sin embargo, Scott filmó todas las escenas en localizaciones esparcidas entre California y Utah, y es en este último estado donde se encuentran los exteriores más espectaculares.